Bardella, Le Pen y sus aliados no pudieron descolchar el champán el domingo por la noche y nos alegramos por ello. Ver las caras derrotadas de los dirigentes del Rassemblement national (RN) en los programas de televisión fue un pequeño momento de felicidad para todos y todas aquellas que no querían “probar” un gobierno de extrema derecha. Macron se llevó un duro golpe en la primera vuelta, Bardella se lo lleva en la segunda… Se trata ahora de acabar definitivamente con todas las políticas racistas y antisociales, y eso, no se conseguirá desde el ring electoral.
Bardella en Matignon, no por esta vez …
Con 143 diputados – desde luego un récord -, el RN y sus aliados no consiguen ninguna mayoría de gobierno y alcanzan la tercera posición detrás del Nouveau Front Populaire (NFP) y de los amigos de Macron. La estrategia adoptada por los partidos presentes en la segunda vuelta de “renuncia republicana” ha funcionado. A pesar de llegar en primera posición en la primera vuelta, a pesar de lograr más votos que cualquiera de los demás grupos en la segunda vuelta, el RN no puede gobernar. Pero sus ideas y su peso en la vida política se refuerzan inexorablemente, mientras sus resultados electorales van a permitirle tener una fuente financiera inédita: lamentablemente no se puede decir que hayamos acabado con el veneno mortal que representa la extrema derecha para el mundo del trabajo y para la juventud. Al igual que tampoco se puede decir que hayamos acabado con esa política a favor de los ricos y de la patronal llevada a cabo por Macron desde hace años, y por gobiernos tanto de derechas como de izquierdas antes que él, los cuales allanaron el camino al RN.
El tiempo de las negociaciones en contra de las clases populares
Ninguno de los tres principales bloques políticos que pretendían estar al frente del gobierno tiene mayoría absoluta. Macron se ve de nuevo como “árbitro supremo” a pesar de que su detestación en el seno de las clases populares sea inmensa: ¿conseguirán él y sus aliados robar otros politiqueros de cualquier bando que compartan el mismo servilismo en relación con los intereses de la patronal para formar un gobierno cada vez más a la derecha? La alianza del Nouveau Front populaire (NFP) no ha tardado en mostrar sus divisiones y sus opciones contradictorias. El NFP ha vuelto a reanimar al Parti Socialiste (PS) y a Europe Écologie Les Verts (EELV) los cuales gobernaron antes que Macron. ¿El NFP logrará sobrevivir a la primera semana post electoral o al contrario su falsa unidad terminará con las negociaciones para elegir al Primer ministro?
Volver a poner en el centro la lucha social
¿Quién va a permitirnos arrancar el aumento de 400 euros al mes y quién va a subir nuestros salarios, nuestras pensiones y nuestros ingresos a 2000 euros netos al mes? ¿Quién va a ajustar nuestros salarios en base a los precios? ¿Quién va a prohibir los despidos en el sector privado así como todas las supresiones de puestos de trabajo en los servicios públicos? ¿Quién va a permitirnos jubilarnos a los 60 años habiendo cotizado 37,5 años? ¿Quién va a derogar todas las leyes racistas aprobadas desde hace 40 años y lograr la regularización de todos los sin papeles? ¿Quién va a poner fin al saqueo ecológico del planeta? ¿Quién va a dar trabajo para todos y todas reduciendo masivamente el tiempo de trabajo y la carga de trabajo? Ni es en el Eliseo, ni en Matignon, ni en el Parlamento que conseguiremos todas estas cuestiones. Es mediante nuestras luchas, nuestras huelgas, nuestras movilizaciones en la calle, como en 1936, cuando – después de 1 mes de huelga general y de ocupaciones de centros de trabajo – se logró arrancar a la patronal las vacaciones pagadas, la semana de 40 horas así como el aumento de nuestros salarios… El entonces gobierno del Front Populaire no tuvo nada que ver. No fue capaz de otorgar ni el derecho de voto a las mujeres ni la independencia de las colonias. Y debemos de insistir en una cuestión, mientras no logremos alcanzar reivindicaciones vitales para el mundo del trabajo, la extrema derecha seguirá labrando su camino y esparciendo su propaganda racista y xenófoba. Es con la idea de defender esa perspectiva y de convencer de manera amplia a nuestro alrededor que llamamos junto con otras organizaciones a manifestarnos en París el próximo 14 de julio.